La Odontopediatría

La odontopediatría es la rama de la odontología que se encarga de tratar a niños y recién nacidos. 

Desde el nacimiento hasta los 6 años, el cuidado es de los dientes temporales y, a partir de los 12 años, se controlará el inicio de la dentición definitiva. 

Los odontopediatras son especialistas que son capaces de detectar de manera precoz patologías bucales o anomalías en la posición de los dientes, encías o maloclusiones de la infancia con el objetivo de tratarlas y corregirlas a tiempo. Por eso es tan importante realizar una visita al odontopediatra de forma temprana, ya que en caso de que exista algún problema, podrá tratarse lo antes posible. 

El odontopediatra también es responsable de detectar tanto los malos hábitos como educar a los niños sobre los procedimientos de higiene oral que tienen que seguir para conseguir un crecimiento sano en la cavidad bucal. 

Primera visita

¿A qué edad hay que visitar a un odontopediatra? 

El primer diente normalmente suele aparecer en los primeros 6 meses de vida. A partir de ese momento hay que controlar el crecimiento de los dientes temporales lo que conocemos como dientes de leche, así como asegurarse de que se lleve a cabo una correcta higiene bucal. 

La primera visita es recomendable realizarla durante el primer año siempre que se detecte algún problema bucal. Por ejemplo, es conveniente pedir cita al dentista si se detectara que al niño podría faltarle espacio para el nacimiento de los dientes definitivos o en caso de que presente alguna alteración en el maxilar. 

Si el crecimiento de los dientes temporales y su oclusión es correcto y no existe ninguno de los problemas citados anteriormente, la primera visita al odontopediatra puede esperar hasta los 5-6 años.

Tratamientos habituales

Los tratamientos que se realizarán en época de crecimiento son los tratamientos llamados de primera fase, cuyo objetivo es solucionar las alteraciones esqueléticas aprovechando el crecimiento del niño, no obstante, hay que sumar el tratamiento de la caries que resulta uno de los motivos de visita más habituales: 

  • Caries: Es una enfermedad del diente cuya característica es la destrucción de sus tejidos como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. Si la lesión llegara al nervio y los dientes temporales, se realizará una pulpotomía o tratamiento del nervio. Cuando la caries no ha afectado al tejido nervioso del diente, el procedimiento será empastar el diente, o lo que es lo mismo obturarlos mediante una pasta. Pero si la caries provoca un agujero considerable en el diente, se precisará el uso de coronas metálicas, la finalidad de estas es que actúen como mantenedores de espacio y, al mismo tiempo, facilitarán que el niño pueda masticar bien. Sólo se extraerá el diente cuando no haya otro remedio: cuando la infección haya destruido la raíz del diente. En estos casos también se suele instalar un mantenedor de espacio ya que así se evita que se pierda el espacio necesario para la correcta ubicación del diente definitivo. 
  • Traumatismos: Los traumatismos dentales son uno de los principales motivos por los que se visita al dentista. Las causas pueden ser distintas, aunque las caídas suelen ser frecuentes cuando el bebé está aprendiendo a caminar o empieza a realizar actividad física. Los traumatismos en ocasiones provocan malformaciones y alteraciones en la erupción de los dientes definitivos por lo que es conveniente realizar un tratamiento que se centre de forma específica en prevenir futuras complicaciones que puedan aparecer como consecuencia del traumatismo. 
  • Maloclusiones: Las maloclusiones son uno de los problemas más habituales en salud bucodental, después de la caries. Se refiere a una posición inadecuada de los dientes que como consecuencia puede conllevar problemas a la hora de cerrar completamente la boca. Las maloclusiones no solo se asocian a una posición incorrecta de los dientes, también a una afectación de la mandíbula, entre otras. Muchas maloclusiones se manifiestan en edades muy tempranas porque es cuando se inician hábitos como la succión, la respiración oral o la interposición lingual/labial, unas prácticas que pueden empeorar o favorecer la aparición de este tipo de defectos bucales. 
  • Tratamientos pulpares: El objetivo principal de los tratamientos pulpares en dientes temporales es mantener la integridad y la salud de los tejidos orales. Se basan en hacer un diagnóstico clínico que determine el estado de la pulpa. Un examen completo es vital para obtener un diagnóstico correcto y poder establecer el tratamiento adecuado. Incluiría pruebas como la palpación, percusión y evaluación de la movilidad, sin olvidar la exploración directa de la pulpa dental. 
  • Anquilosis: La anquilosis en dientes temporales se define como la fijación esporádica de un diente al hueso alveolar. Se determinan tres posibles explicaciones: un defecto congénito en la membrana periodontal, una excesiva presión masticatoria o una anomalía metabólica. Los niños de 3 a 5 años o de 13 a 15 años suelen ser los más propensos a sufrirla. 
  • Uno de los métodos más utilizados actualmente es la decoronación. El procedimiento consiste en amputar el diente temporal y colocar una prótesis de manera provisional en su sitio, hasta el momento de la erupción del consecuente diente permanente. 
  • Colocación de mantenedores de espacio: Los dientes temporales guardan el espacio de los futuros dientes permanentes. Sin embargo, a veces ocurre que los dientes de leche se caen prematuramente. Los mantenedores de espacio son unos dispositivos odontológicos que se colocan en los niños que han perdido algún diente temporal. El objetivo de su implantación es impedir la pérdida de la longitud de la arcada y, como el mismo nombre indica, mantener el espacio para el crecimiento de los futuros dientes permanentes. La mayoría de los tratamientos de ortodoncia que se hacen hoy en día son por pérdidas de espacio en dentición temporal. 

¿Cómo mejorar la experiencia de los niños en la consulta? 

  • Generar desde casa una actitud positiva hacia el dentista.
  • Evitar usar el dentista como amenaza para reñirles.
  • Transmitiendo la importancia de realizar una buena higiene bucal lo antes posible.
  • Explicándoles que las visitas periódicas son preventivas: así evitarán que aparezcan problemas más adelante.
  • Quitándole hierro a la visita y acudiendo al centro con total naturalidad.

También es relevante mencionar que cuanto antes empiecen a familiarizarse con el papel del dentista, más fácil les resultará luego entender su labor y crear lazos de confianza. La confianza es una cualidad que servirá para suavizar, e incluso perder, el miedo a ir al dentista.

Los odontopediatras de la Clínica Dental Siglo XXI tienen una amplia experiencia en el cuidado y tratamiento de la boca de los más pequeños. Destacando no solo por su impecable técnica, sino por ofrecer a los niños un trato inmejorable. Eso es lo que hace posible que las visitas se conviertan en experiencias agradables, dando como resultado un servicio odontológico excepcional. 

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Clínica Dental Siglo XXI
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Clínica Dental Siglo XXI, nació en 2005 y desde entonces hemos atendido a miles de pacientes, siendo nuestro deseo atender a muchos más.👩🏼‍⚕️

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